Conflicto de los Etchevehere: “Viva la patria”, abrazos y
sonrisas, así fue el festejo de los hermanos luego de que la Justicia les diera
la razón
Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego siguieron con atención
la resolución de la jueza Castagno. Patricia Bullrich estuvo en el lugar.
Los hermanos Etchevehere se fundieron en un profundo abrazo
tan solo segundos después de escuchar la resolución de la jueza María Carolina
Castagno, que ordenó la “restitución inmediata” del campo en disputa. La
decisión pone fin al conflicto con su hermana Dolores, que reclama parte de la
estancia Casa Nueva y permitió, días atrás, el ingreso de militantes vinculados
a Juan Grabois para realizar un proyecto agroecológico.
En el lugar también se encontraba la madre de los
Etchevehere, Leonor Barbero Marcial, que expresó su satisfacción por la
decisión de la Justicia. Otra de las presentes fue la exministra de Seguridad
de la Nación Patricia Bullrich.
Castagno, del tribunal de Apelaciones y juicio de Paraná,
resolvió la “restitución inmediata” del campo y ordenó que el desalojo se
realice con resguardo de las personas que aún permanecen en la propiedad.

“Viva la patria” y “Viva la propiedad privada” se pudo
escuchar entre los productores rurales que acompañan a los Etchevehere. Hubo
sonrisas, abrazos y festejos. Incluso los presentes en el lugar comenzaron a
cantar el himno nacional.
“Espero que este caso sirva para que la gente vuelva a
confiar en la Justicia. Vamos a esperar a que salga hasta el último usurpador
para entrar a nuestra casa”, señaló Luis Miguel Etchevehere, exministro de
Agricultura durante el gobierno de Mauricio Macri.
La Justicia avaló las presentaciones que hicieron tanto los
fiscales Oscar Sobko y Mónica Carmona como la querella que aseguraron que la
propiedad de la estancia es de Las Margaritas S.A. La magistrada determinó que
el campo en conflicto pertenece a esa sociedad y no a Dolores Etchevehere, que
el inmueble no forma parte de la sucesión y que la mujer renunció a sus
acciones en la sociedad.
Para la jueza la entrada de Dolores Etchevehere al campo
constituyó “un abuso de confianza”. Planteó que “no es un dato menor” que la
entrada haya sido “con más de 40 personas todos extraños a la familia y a la
actividad productiva que se desarrolla en el establecimiento”, en referencia al
grupo de Grabois.
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