Acorralado por las protestas, el primer ministro de
Tailandia levantó el estado de emergencia
Prayut Chan-Ocha aseguró que “es el momento adecuado"
para que las demandas de los estudiantes sean consideradas.

El primer ministro tailandés, Prayut Chan-Ocha, anunció este
miércoles que escuchará las demandas de los manifestantes y que está preparando
el levantamiento del estado de emergencia severo impuesto hace una semana para
impedir las protestas antigubernamentales lideradas por estudiantes.
"Me estoy preparando para levantar pronto el decreto de
emergencia severo en Bangkok, a menos que ocurra una situación grave",
dijo durante una intervención televisada el general, quien encabezó el golpe de
Estado militar de 2014 y en 2019 retuvo el cargo en unas controvertidas
elecciones.
El Gobierno de Tailandia decretó el 15 de octubre el estado
de emergencia “severo” que prohíbe las reuniones de carácter político de cinco
o más personas, entre otras medidas, aunque no ha evitado protestas
multitudinarias casi diarias organizadas por los estudiantes.
En un tono conciliador, el primer ministro aseguró que
"ahora es el momento adecuado para que las ideas y demandas de los
manifestantes sean consideradas junto con las necesidades de otras personas y
encontrar el camino correcto y el acuerdo a través del sistema
parlamentario".
El Gobierno había anunciado la víspera que convocará al
Parlamento en una sesión consultiva para debatir sobre las protestas, que se
espera que tenga lugar los días 26 y 27 de octubre, si bien aún no se ha fijado
una fecha porque es necesario cumplir el trámite de obtener la firma del rey.
El decreto de emergencia “severo” entró en vigor la
madrugada del jueves pasado a raíz de que centenares de manifestantes
desafiaran y obstaculizaran de manera pacífica un día antes la caravana de
coches donde viajaba la reina Suthida y el príncipe Dipangkorn, un gesto de
rebeldía inédito en la nación.
Al mismo tiempo que Prayut se dirigía a la nación, miles de
personas marchaban desde el emblemático Monumento de la Victoria, en Bangkok,
hacia una Casa de Gobierno protegida por agentes antidisturbios, para pedir la
dimisión del primer ministro.
Desde el día 13 se han organizado a diario manifestaciones
masivas, con una abrumadora asistencia de jóvenes estudiantes, que desafían el
estado de emergencia y exigen reformas democráticas en el país.
Las manifestaciones han discurrido de manera pacífica, salvo
el viernes, cuando la Policía usó cañones de agua y desplegó cientos de
policías antidisturbios para dispersar a la desarmada muchedumbre por la
fuerza.
Por otra parte, Tailandia dio un pequeño paso rumbo a la
reactivación de su industria turística, golpeada por el coronavirus, al recibir
el martes a 39 visitantes que llegaron procedentes de Shanghái, los primeros en
llegar desde que se prohibió el ingreso al país con fines recreativos hace casi
siete meses.
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