El Gobierno insiste en descartar una devaluación como
solución para achicar la brecha cambiaria
Cecilia Todesca ratificó que los bancos “están sólidos” y negó
una crisis financiera. El sector empresario pide “certidumbre” para crecer en
la pospandemia.
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CECILIA TODESCA |
La brecha entre el dólar oficial y el blue alcanzó el 130% y
la cotización paralela parece no encontrar su techo. La política del Gobierno
nacional es crear estímulos para que los ahorristas se vuelquen a los plazos
fijos, y descartar una suba pronunciada en el valor oficial. Así lo ratificó
este domingo la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, que ratificó que
“la devaluación no es una solución”.
Todesca también aseguró que “los bancos están sólidos” y
negó que la Argentina esté cerca de una crisis financiera. Se refirió de este
modo días después de que el propio presidente Alberto Fernández, descartara
tocar los depósitos en dólares y aplicar una devaluación. “Se repiten cosas que
no ciertas. Desde una devaluación hasta que nos vamos a quedar con los
depósitos de la gente. Jamás haría tal cosa”, les dijo a los empresarios que
participaron del Coloquio de IDEA,
En el sector empresario siguen de cerca el comportamiento de
la divisa estadounidense debido al impacto que tiene en los precios. Así lo
señaló el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes
de Rioja, que sostuvo que pese a que el dólar blue no incluye en la cadena
formal se “encuentran comportamientos divergentes”, debido a que algunos
remarcan “por especulación”, pero “otros por miedo a reponer stock”.
En este contexto, reclamó “certidumbre” y "estabilidad
macroeconómica”, que son la “piedra fundamental de cómo salir para adelante”.
“La devaluación no es la solución. Tenemos un objetivo de
tipo de cambio real que no se aprecie. Lo que no quiere decir que estemos
buscando saltos bruscos. Creemos que los saltos bruscos en el tipo de cambio no
le producen ningún bien a la economía”, afirmó Todesca Bocco en declaraciones a
Radio Rivadavia.
Al respecto precisó que “los eventuales efectos positivos de
una devaluación quedan muy limitados” y “aparecen cuando no se traslada a
precios”, pero remarcó que "ese salto de devaluación a precios sucede cada
vez más rápidamente en la Argentina”.
Por el contrario, indicó que “los efectos negativos son un
aumento brutal de la inflación, que se traslada a precios y repercute en el
salario real, que cae; cae también la demanda y, por ende, cae el producto”.
“La inflación entre enero y septiembre da 22,3%. Vamos a
terminar el año arriba de 30%. Son 20 puntos de caída respecto del año
anterior. Es un número horrible, pero el que te dice que va a reducir la
inflación de un día para el otro está vendiendo humo”, aseveró.
Si bien no negó el “efecto que la brecha del dólar oficial y
el paralelo tiene sobre la economía”, advirtió que para estabilizar la economía
“no hay atajos” y “una devaluación no ayuda”. “Hoy la economía no genera la
cantidad de dólares suficiente para que todos y todas ahorremos en dólares.
Tenemos que cuidar los dólares que tenemos y que generemos para la producción”,
expresó.
Respecto de la fuerte emisión monetaria que realizó el Banco
Central para enfrentar los gastos extraordinarios en la pandemia, y la
posibilidad de que derive en una importante presión inflacionaria, indicó que
“no hay una preocupación”, pero que “siempre hay que seguir la demanda de
dinero”.
“Los bancos están sólidos. No creo que estemos en las
puertas de una crisis financiera”, aseveró y anticipó que para el próximo en el
Gobierno están "esperando una recuperación de la masa salarial en términos
reales”.
Preocupación empresaria
En línea con las preocupaciones manifestadas por el sector
empresario durante el Coloquio de IDEA, Funes de Rioja se refirió a la
situación que atraviesa el país respecto de la fuerte escalada de la divisa
paralela en las últimas semanas.
Si bien consideró que en la Argentina “el tema del dólar
siempre es psicótico”, analizó que se “encuentran comportamientos divergentes”
en relación con el impacto del la divisa informal en la economía formal. Al
respecto sostuvo que hay comercios que aumentan precios “por especulación”,
pero “otros por miedo a reponer stock”.
“Si venden a cinco lo que mañana tienen que comprar a seis,
entonces, buscan cubrirse”, indicó y ejemplificó que si una persona va a un
kiosco “a comprar un paquete de pastillas, en la misma cuadra tiene precios
diferentes y no porque de fábrica salgan a distintos precios”.
“No somos la causa, somos la consecuencia”, enfatizó el
también titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios
(COPAL) y argumentó que el sector empresarial tuvo “incrementos de costos de
insumos, que variaron del 25% al 40% o más”, mientras que la logística tuvo un
salto “del 14% al 30%”.
“En este contexto, la situación es compleja. Tenemos que
tener una estrategia de reconstrucción y luego de crecimiento. No se trata de
rebotar, sino de crecer efectivamente”, afirmó Funes de Rioja en declaraciones
radiales.
En el mismo sentido, señaló que la Argentina “necesita
certidumbre”, porque “no va a haber inclusión social, si no hay estabilidad
macroeconómica”, que son la “piedra fundamental de cómo salir para adelante”,
concluyó.
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