Chile: incidentes en las protestas a un año del estallido
social
Manifestantes salieron a las calles y se enfrentaron con los
carabineros. Qué cambios hubo en el país trasandino a días del plebiscito.
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Plaza Baquedano |
La Plaza Italia, en Santiago de Chile, y otros puntos
céntricos de diferentes ciudades chilenas, volvieron a ser escenario de
protestas este domingo por la tarde, a un año del estallido social, que derivó
en masivas protestas que acorralaron al poder político y empujaron a la
realización de un plebiscito nacional para el próximo 25 de octubre, en el que
se decidirá si se reemplaza la actual constitución, legada por la última
dictadura militar.
Pasado el mediodía, miles de chilenos comenzaron a
concentrarse en las calles, pese a que la marcha central fue convocada para las
17. Alrededor de las 15, tuvieron lugar una serie de enfrentamientos con los
carabineros en la concentración de Santiago. Esta situación hizo recordar a lo
sucedido en 2019, cuando las fuerzas de seguridad fueron denunciadas por
organizaciones internacionales por violencia institucional. Hubo un total de
2520 denuncias por este tema, 2300 contra carabineros.
Según señaló el viernes pasado Sergio Micco, director del
autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), la represión de las
marchas de 2019 dejó 3823 heridos. De los cuales, 460 sufrieron lesiones
oculares y dos quedaron ciegos.
A lo largo de la semana pasada, se hicieron múltiples
convocatorias en las redes sociales para conmemorar el aniversario de la
revuelta. La policía anunció que este domingo saldrían a las calles entre
40.000 del total de 60.000 efectivos “para evitar desórdenes graves”. Según
informaron medios locales, se esperan alrededor de 150.000 manifestantes.
Los lemas de la marcha de este domingo reavivan viejos
reclamos por el acceso a la educación, a la salud y las pensiones. Además, se
suman críticas al Gobierno de Sebastián Piñera, y hasta el pedido de su
renuncia, por la aguda crisis económica, que se intensificó por la pandemia de
coronavirus.

A comienzos de marzo de este año, la emergencia sanitaria había
llevado a que las manifestaciones cesaran. Pero, en las últimas semanas, los
chilenos volvieron a copar las calles. Este sábado, un grupo de personas
vestidas con mamelucos blancos pintó de rojo el monumento al general Baquedano,
ubicado en Plaza Italia, para recordar la sangre derramada por la represión
policial del año pasado.
Este domingo, ese mismo punto céntrico comenzaron los
primeros disturbios que fueron protagonizados por la barra brava de Colo Colo y
la de Universidad de Chile, que se enfrentaron entre ellos en medio de la
concentración.
Primero, lo hicieron en el Parque Bustamante y luego se
trasladaron a la Plaza Baquedano, donde los manifestantes pacíficos les
pidieron que se fueran del sector. En medio del conflicto, la policía intentó
dispersarlos con gases lacrimógenos y los desplazó rociándolos con agua de los
camiones hidrantes.

El periodista chileno José María del Pino contó que el alcalde
de Recoleta Daniel Jadue, el líder de la oposición mejor posicionado en las
encuestas, fue expulsado esta mañana de una marcha, ya que los manifestantes no
quieren que los vinculen con ninguna ideología política en particular. La
oposición de centroizquierda había llamado a sus seguidores a recordar la fecha
en sus casas.
En diálogo con CHV Noticias Jadué negó que lo hayan
expulsado de la manifestación, aclaró que se trató de dos personas que llegaron
en camión hasta el lugar. “Yo llegué cerca de las 11 de la mañana a Plaza de la
Dignidad. Estuve más de una hora y media compartiendo con gente, celebrando y
conmemorando. Llegó un camión con gente de la Fonda Permanente La Popular y se
bajaron dos personas a tratar de insultarnos y provocarnos”, relató.
“La gente reaccionó e intentó de aislarlos. Cuando me di
cuenta que la intención de ellos era provocar, decidí retirarme y, como no
reaccionamos, nos siguieron, cruzando el puente, pero eran dos personas”,
detalló.
Según informó CNN Chile, Carabineros confirmó este domingo
cinco detenidos por el ataque, saqueo e incendio a la Iglesia San Francisco de
Borja en Santiago, que ya había sido valdalizada a comienzos de 2020. Este
sábado se habían anunciado 12 detenciones en sector Parque Forestal por
“desórdenes en la vía pública”, aunque los medios locales aseguraron que, en
total, fueron aprehendidas 36 personas.
El estallido social en Chile
El 18 de octubre de 2019, cuatro días después del inicio de
las manifestaciones estudiantiles, un estallido social sacudió a Chile. Las
concentraciones de miles de personas en las calles de distintas ciudades, que
se daban cada viernes, terminaban con hechos vandálicos, como el incendio de
las estaciones del metro, edificios históricos y comercios.
Bajo el lema ‘Chile despertó’, los manifestantes, en su
mayoría jóvenes, no pedían una nueva Carta Magna, pero sus reclamos llevaron a
que varios líderes sociales, analistas y políticos, incluyendo al presidente
del Senado y al vocero de la Corte Suprema, mencionaran la necesidad de crear
una nueva Constitución que permita canalizar las demandas sociales.
Ante la presión, incluso de miembros del oficialismo, Piñera
se abrió a la posibilidad de realizar reformas estructurales al texto
constitucional. El referéndum fue propuesto por un acuerdo entre la mayoría de
los partidos políticos chilenos, anunciado el 15 de noviembre de 2019.
Inicialmente, para el 26 de abril de 2020, pero se corrió al 25 de octubre
próximo por la pandemia.
La Constitución vigente fue impuesta en 1981 por la
dictadura de Augusto Pinochet en un país dominado por el miedo y la represión.
Instauró un modelo económico, político y social neoliberal que abrió paso a una
educación y salud privada, y a un sistema de pensiones basado en el ahorro
individual, que el año pasado entregaba pensiones de 110.000 pesos (140
dólares) a los más pobres. Tras el estallido social, éstas fueron reajustadas
en un 50% por el gobierno de Piñera.
El del domingo próximo, será el primer plebiscito nacional
chileno desde 1989, cuando se realizó un referéndum donde se aprobaron reformas
a la Constitución Política de la República, promulgada en 1980, durante la
dictadura militar de Pinochet. Por tanto, será el primero –y hasta el momento
único– celebrado durante los gobiernos democráticos, durante el siglo XXI.
Según del Pino, desde 2019 “el malestar social sigue igual”,
no cambió nada “salvo por la esperanza de que se ha encontrado una vía
institucional y democrática para que la ciudanía tenga participación”, en
relación a la posibilidad de que se redacte una nueva constitución que marcaría
nuevas reglas del juego y caminos democráticos para canalizar el descontento.
El periodista chileno agregó que el sistema de pensiones
sigue siendo el mismo y que, en materia de salud, tampoco se logró avanzar
hacia el Sistema Único Universal como se había propuesto: sigue habiendo uno
privado y uno estatal. A su vez, uno de los reclamos que movilizaron a las
personas en 2019 fueron el valor del transporte y el costo del vida del país, y
tampoco mejoró.
En estos meses, el descontento no cesó, sino que se paralizó
por los meses de cuarentena. Aunque aclaró que no se agravó, gracias a que
Piñera contó con el privilegio de tener una chequera de la cual llevan gastados
más de 12.500 millones de dólares, que ayudó a que las familias chilenas no
caigan en la pobreza o la indigencia. El dinero tiene que ver con un acuerdo de
Línea de Crédito Flexible (LCF) que el país firmó con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
La marcha por el aniversario del estallido social de 2019 se
da cuando todavía el país no logró dominar la pandemia de coronavirus en su
territorio, donde este sábado se informaron 1813 nuevos contagios. El país
sudamericano acumula 491.760 infectados y 13.635 muertos por COVID-19.
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